Secundaria

19 de mayo de 2025

El martes 6 de mayo, las familias de 7.º, 8.º y 9.º de Educación Media Básica (EMB) participaron de un encuentro virtual con la Dra. Andrea Constanst Elizaga, psiquiatra especializada en niñez y adolescencia. La actividad, organizada por el equipo de Dirección de Secundaria, abordó diversas cuestiones relacionadas con el acompañamiento que requiere la etapa adolescente. 

En su intervención, la Dra. Constanst hizo énfasis en la importancia del rol de madres y padres como «terapeutas principales» en el entorno familiar. El papel de estos es insustituible, más allá de la edad de los hijos, y resulta clave en la adolescencia que, según sus palabras, es simplemente una etapa. 

Al margen de considerar la adolescencia como uno de los períodos del ciclo vital, corresponde mencionar que es una etapa difícil, complicada, que conlleva muchos desafíos y que, para afrontarlos, conviene saber de qué se trata para «terminar de sembrar todo lo que hay que sembrar con los hijos». 

La familia es la receptora de las conductas del adolescente y, por lo tanto, juega un rol crucial para entender la necesidad de marcos (límites y encuadres) que requieren los cambios propios de la etapa ―que son universales, pero que no se presentan de la misma manera―. 

El uso de la tecnología y las redes sociales, el manejo de la independencia, de la identidad y el sentido de la vida son algunos de los desafíos que se viven con especial énfasis y que demandan determinados encuadres en la etapa adolscente. Son situaciones emocionalmente desafiantes típicas de este trayecto de vida y que se desarrollan, además, en el marco de situaciones conflictivas en el núcleo familiar (especialmente con madres y padres). También se originan las primeras experiencias románticas y sexuales ―con todas las presiones sociales―, la imagen corporal y las habilidades para la vida, etc.

La característica más presente es la de la vulnerabilidad, amén de la «desconexión» entre el cerebro racional y el emocional en momentos de crisis afectivas, emocionales y grandes enojos. En estos momentos, la evidencia muestra que es necesario esperar «que el cerebro emocional baje» y poner límites en función del modelado ―no es posible enseñar autocontrol si no se tiene, no se puede enseñar a no gritar si se grita―.

El modelado en casa es permanente, lo que se copia afuera (amigos, redes sociales, institución educativa, etc.) es anecdótico; lo esencial, la naturaleza principal, descansa en el modelado familiar. 

La Dra. Constanst presentó ejemplos, contextos y situaciones próximas que ilustran, entre otros, el modelado, el control como ilusión y el aprendizaje de la autorregulación desde la pubertad (comienzo de la adolescencia) hasta los 24 o 25 años cuando los cambios cerebrales y psicológicos finalizan. 

Para finalizar, la profesional aportó ciertos ingredientes que han sido exitosamente probados: firmeza, consistencia, coherencia y serenidad.

Andrea Constanst es psiquiatra de niños y adolescentes, psicoterapeuta cognitivo-comportamental, diplomada en psicoinmunoneuroendocrinologia y docente de la Universidad Católica del Uruguay y de la Universidad de Montevideo. Es también directora técnica del Centro Integra especializado en las Dificultades del Aprendizaje.

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