30 de marzo de 2022

Daniela Scapusio Cáceres (Senior 2015) vive en Madrid y cursa una maestría en fotografía de moda y publicidad (Moncloa). Es egresada de la licenciatura en Comunicación (UCU) y, aunque le interesa la fotografía de estudio, viajó a Polonia con el propósito de retratar las consecuencias de la invasión de Rusia a Ucrania.

La cercanía geográfica ―«no es lo mismo estar en España que en Uruguay», aclara― la empujó a acercarse a la zona de conflicto. Hizo los contactos necesarios, pues no quería viajar sola, y del 15 al 19 de marzo estuvo en Polonia, en la frontera con Ucrania.  Nos contactamos ni bien volvió a Madrid y arreglamos la entrevista de inmediato, con la premura que pauta el ejercicio periodístico. 

Daniela habla pausado y explica con detenimiento. Usa figuras descriptivas y comparaciones precisas para que el interlocutor pueda dimensionar lugares y situaciones. Agrega detalles, marco histórico y situación política.

«Pude estar dos días en la estación de tren [Cracovia, Przemysl] y dos días en la frontera [Medyka]. La estación de tren es como un Tres Cruces enorme (…). Llegan miles de refugiados y la idea es que no estén más de tres o cuatro días por ahí. Pero en muchos casos no es posible, porque algunas personas no tienen a dónde ir y también quieren quedarse cerca de Ucrania, con la esperanza de volver lo antes posible». 

Los refugiados salen de Ucrania y caminan varios kilómetros; en la estación de tren cuentan con comida caliente (hace frío) y artículos para bebés y niños. Si bien hay calma, la preocupación es evidente, cuenta Daniela. «Lo que más se ve son madres, niños y ancianos (…). Muchas madres dejan a sus hijos que son mayores de edad, porque está vigente la ley marcial. Son personas que cruzan la frontera y se sienten un poco más seguras, pero también superpreocupadas por lo que pueda suceder a sus familias. (…) Me enfoqué en los niños, porque es increíble la cantidad que ves cruzar ―agrega―. Los niños son los más vulnerables (…). Van llegando y te abrazan, sonríen, saludan a la cámara. No das crédito de la inocencia, de la actitud de cariño».

Daniela divulga su trabajo, imágenes y entrevistas, a través de su cuenta profesional de Instagram. Además, durante la estancia en Polonia, participó de varias entrevistas con medios uruguayos. Salió en los informativos de canal 5 y canal 4, y en FM HIT, en el programa De primera mano. 

Hay emoción en cada respuesta de Daniela. Hay sensibilidad en la forma en cómo describe su trabajo y en el compromiso con el que mira a través de la cámara. Dice que, en todo momento, procura ser prudente. «A la hora de encarar el trabajo, respeto a cada uno. No siempre podés poner una cámara o un micrófono delante de una persona, tenés que entender el contexto; tenés que informarte día a día de lo que está pasando».

Reconoce una ética que nació en Crandon. «Aunque sea un espacio público en el que estás, te tenés que poner en los zapatos de esas familias que están dejando su país por una guerra. (…) Dejan esposos, hijos, nietos, dejan sus casas y trabajos. Creo que los valores con los que me manejo en el trabajo los aprendí en el Colegio; siento que me ha acompañado y me acompaña siempre». Y remarca que el inglés que aprendió desde niña ha sido clave.  «Tantos años de estudiarlo… Tengo un nivel que me permite manejarme sola sin problemas, no necesito traductor».

Créditos de imágenes: Daniela Scapusio Cáceres