19 de julio de 2021

 

La periodista Soledad Gago Delfino la eligió para ser parte del libro Uruguayas Rebeldes 2 (Editorial Montena, marzo de 2021) y La Diaria expresa, en una nota publicada en junio de este año, que se «ha convertido en una de las referentes ineludibles del empuje renovado que tiene su disciplina entre las mujeres». Se trata de la basquetbolista Camila Kirschenbaum Pascale, Seniors 2020, con quien conversamos sobre estas y otras novedades.

¡Qué movido ha estado todo, Camila! Viajaste a España a fines de 2019, volviste en marzo siguiente y terminaste el liceo en pandemia, de manera virtual y presencial
Los últimos años han sido un caos. En el 2019, me enganché tarde al liceo porque me había ido, un mes y medio, con la selección nacional a China. Arranqué el liceo a mediados de abril. Tuve que remar de atrás en quinto y me pude poner a tiro con todo. El año pasado me pasó exactamente lo mismo porque me fui a España en noviembre del 2019 y en marzo [de 2020] tuve que volverme por la pandemia. Arranqué el liceo de vuelta en Crandon, primero virtual y después presencial.

Terminaste el Bachillerato opción Ciencias Biológicas y ahora estás estudiando en la Universidad de la República, aunque te vas a Estados Unidos
Varias universidades se interesaron en mí. Elegí una universidad de Nueva York, en la ciudad de Binghamton, que me ofreció una beca completa, del cien por ciento, para estudiar y jugar. Voy a jugar en la División 1 de la NCAA [National Collegiate Athletic Association], que es la mayor liga universitaria de Estados Unidos. Ya firmamos todo. Mientras tanto, yo sigo estudiando; me anoté en Fisio [Fisioterapia], en la EUTM [Escuela Universitaria de Tecnología Médica, Udelar]. Y en Estados Unidos voy a estudiar Fisio, también.

Para lograr estos objetivos, según decís, te concentrás en alcanzar tu mejor versión como jugadora
Siempre lo recalco: es poder alcanzar el máximo que yo pueda alcanzar. Obviamente que no sé cuál es, es algo que estoy descubriendo a medida que pasa el tiempo, con los entrenamientos y con la experiencia que me permiten mejorar. 

En pandemia no es fácil entrenar, hay que tener una conducta adicional
Con los gimnasios cerrados, yo entrené vía Zoom. No es lo mismo, es un poco aburrido y no es el ideal, pero bueno… Aprovecho a entrenar con papá que es profe y salimos a la rambla o a alguna plaza, porque es lo que tenemos y hay que amoldarse. Mucha gente, al no entrenar en un club o en grupo, se desmotiva un montón y deja de entrenar. Yo, además de entrenar, estoy estudiando para no perder el ritmo y el hábito del estudio.

¿Qué te dejó Crandon en todo este proceso?
Un montón de cosas… Yo arranqué en Crandon cuando tenía cuatro años, toda mi vida… Mi grupo de amigas es de Crandon. Además, Crandon me dejó otros vínculos: los docentes y toda la gente que trabaja ahí. Siempre están a disposición, tuve que pedir un montón de papeles y siempre me ayudaron. Siempre están dispuestos, en todo momento, cuando me fui a China, cuando volví de España y ahora con los papeles para ir a Estados Unidos. Así que nada… A Crandon siempre lo voy a llevar conmigo y al anillo también.

 

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