Con el violinista Diego Náser: un encuentro carismático

El lunes 12 de agosto, el violinista Diego Naser visitó nuestra Institución y, ante un salón de actos colmado de estudiantes, desplegó técnica y virtuosismo. La invitación ―que fue posible gracias a Analía Olivera, mamá del alumno Samuel Rivero, y a los docentes Elena Mañosa y Horacio González― permitió a estudiantes de segundo año de Ciclo Básico y de segundo y tercero de Bachillerato (opción Artística) contar con la presencia del destacado músico uruguayo.

Diego Naser dirige actualmente la Orquesta Sinfónica del SODRE, integró la orquesta como músico, también fue parte de la Filarmónica de Montevideo y del conjunto de cámara del SODRE. Comenzó su carrera musical a los seis años, y tiene formación y numerosas actuaciones en Austria y Alemania, entre otros países. «Su trayectoria es intimidantemente rica, tanto que fue difícil presentarlo. Pero él facilitó el camino con sencillez y convicción, se paró frente a más de cien adolescentes y los impregnó con su entusiasmo», comentó la Profa. Gloria Sánchez, coordinadora de Arte.

El músico habló de la importancia de descubrir la vocación, y la caracterizó para diferenciarla de la profesión. «Cuando ambas se encuentran, aseguran personas plenas y felices», agregó. Hizo énfasis en cómo el arte impacta en cada persona, en especial la música que tiene un lenguaje propio. «El silencio es el recipiente de los sonidos» dijo mientras que, con su viola, mostraba diferencias entre melodías tristes y alegres .

Con la Suite Núm. 1, originalmente escrita para violonchelo por Johann Sebastian Bach entre 1717 y 1721, Naser comenzó la interpretación musical. El músico desplegó, en minutos, una clase didáctica en la que no faltaron los detalles. «Yo observaba las caras de los alumnos, muchos se entregaron al sonido y se dejaron volar como en una alfombra mágica. Era media tarde de un lunes de invierno, afuera estaba muy frío y nosotros nos fuimos del salón Graff Hall felices ante el privilegio de este encuentro delicado, profesional y carismático que logró el silencio necesario para que la música reposara en cada uno. Con la humildad que caracteriza a los más grandes, tomó la viola, la acondicionó prolijamente en el estuche y agradeció la atenta escucha del público», comentó la Profa. Sánchez emocionada ante el espectáculo.