19 de agosto de 2022

El miércoles 29 de junio, se realizó un encuentro con madres y padres de primero a tercero de Primaria y el equipo psicológico. La reunión tuvo como objetivo tratar aspectos vinculados a la convivencia. La propuesta, que es de interés institucional, también surgió de las familias, a través de las asambleas de padres.

El desarrollo emocional de los niños es un eje prioritario del trabajo en el Instituto Crandon. A través de diversas estrategias, maestros, profesores, psicólogos y el equipo director promueven el aprendizaje, la reflexión y el ejercicio de una convivencia saludable.

La convivencia saludable es una tarea que, en la concepción institucional, se lleva a cabo junto con las familias. Por ello, se desarrolló el encuentro presencial de junio y se complementó, después del receso invernal, con el envío de un documento que el equipo psicológico preparó para la ocasión. 

En la charla y en el texto se ubicó la Escuela (las clases y el patio, especialmente) como un marco para el disfrute, la creatividad y los conflictos. Estos ―inherentes al ser humano― son un motor de aprendizaje relacional cuando se abordan adecuadamente.

Por su parte, el bullying, un término muy usado actualmente, implica una dinámica de acoso deliberado con la intención de realizar daño. El conflicto, en cambio, se da espontáneamente. El equipo psicológico de Primaria hizo énfasis en que «los problemas de convivencia que surgen día a día en la escuela se corresponden con el concepto de conflicto, (…) son parte de la vida social y, además, una oportunidad para el aprendizaje».

La autorregulación ―capacidad para responder a situaciones difíciles de manera regulada― es la clave para la convivencia. Los niños no cuentan con todas las herramientas para la regulación de las diversas situaciones que la vida familiar y escolar plantea; por eso sus respuestas, muchas veces, son impulsivas. 

El aprendizaje de la autorregulación demanda tiempo y se construye día a día. Este proceso incluye varias habilidades: experimentar y registrar las emociones; poder expresarlas adecuadamente; controlar el impulso que siempre acompaña a la emoción; tener flexibilidad para encontrar alternativas; tener recursos para calmarse; poder tolerar frustraciones; poder aplazar la satisfacción inmediata; ser capaces de generar emociones positivas y disfrutar, entre otras.

A través del encuentro presencial y en el documento elaborado, el equipo profesional plasmó alcance teórico y estrategias para que madres y padres puedan acompañar la reflexión ante el conflicto. 

Equipo psicológico de Primaria: Lic. Laura Di Segni Aris, Sergio Fiorini Boccarato, Micaela Gerla Peña y Adriana Torres Postiglione

Crédito de imagen: Gabriela Cabrera Castromán