16 de noviembre de 2022

En la Coordinación de Secundaria de octubre, realizada el sábado 15, el equipo docente de arte tuvo una intervención singular. El propósito fue estimular al colectivo docente en pos de comprender la cultura visual y los procesos cognitivos que, desde las vivencias personales, se activan al comparar, vincular y abstraer. 

«Sin descuidar la perspectiva de los contenidos, la dinámica fue lúdica, pues esta metodología genera distensión y provoca placer ―explicó la Profa. Gloria Sánchez Estéves, coordinadora institucional de Arte―.  Entregamos fotografías en blanco y negro de diferentes rincones de Main Building y de diversas situaciones espontáneas de estudiantes y docentes. La consigna era relacionar estas imágenes con obras de arte que habíamos expuesto en el salón. En grupos, los docentes debían discutir, analizar los vínculos y luego colectivizar los resultados».

Con el desafío de provocar, el equipo de docentes de arte de Secundaria había tomado fotografías simples, de situaciones cotidianas, retratos de detalles en los que juega la luz, donde se evidencia la sensibilidad. Por su parte, el conjunto de obras de arte seleccionado era vasto, en relación con artistas y corrientes. Los dos disparadores ―las fotografías de Crandon y las obras en general― ofrecían la posibilidad de comprender los mecanismos de conexión a través del universo simbólico individual y la perspectiva neurocientífica que explica cómo el sistema neurológico enlaza y agrupa formas según patrones, similitudes, vivencias y recuerdos.

El equipo docente ―con la intervención del Prof. Horacio González Arrué (docente de Música)― abordó la obra Educar la visión artística de Elliot Eisner (Estados Unidos, 1933-2014). Desde esta concepción de enseñanza del conocimiento artístico, «compartimos la idea de que el objeto de estudio propio de la educación artística está referido al patrimonio cultural tradicional y contemporáneo, a las dimensiones estéticas culturales o contextuales, productivas o de realización, y a la crítica estética o reflexiva», expresó el docente. 

«Intentamos que los docentes pudieran comprender que se puede plantear una clase con imágenes que no necesariamente tienen que estar vinculadas con la asignatura a cargo. Les pedimos que pensaran si es posible plantear los contenidos curriculares sin el apoyo de imágenes (visuales, sonoras, corporales). La respuesta unánime fue que no. Reflexionamos sobre el poder de la imagen, la necesidad de tenerla presente y la importancia de educar la mirada».

La Coordinación, enriquecida con las miradas que aportan las diversas formaciones disciplinares, finalizó con una frase de Michel Foucault acerca de «hacer de la vida una obra de arte».

«Me llama la atención el hecho de que en nuestra sociedad el arte se haya convertido en algo que atañe a los objetos y no a la vida ni a los individuos. El arte es una especialidad que está reservada a los expertos, a los artistas. ¿Por qué un hombre cualquiera no puede hacer de su vida una obra de arte? ¿Por qué una determinada lámpara o una casa pueden ser obras de arte y no puede serlo mi vida?» Michel Foucault, fragmento de su última entrevista (1984).

Créditos de imágenes: Gloria Sánchez Estéves