Secundaria
18 de noviembre de 2024
«¿Qué es el amor? se pregunta la narradora, una adolescente que, en el medio de un sentido razonamiento, se ve interrumpida por su madre. El eje de análisis gira de la profundidad a la banalidad y las dos pasan a formar parte de nuevas escenas.
Las secuencias que comienzan a desarrollarse y que incluyen un amplio conjunto de personajes combinan música y coreografías y abordan el amor como «misterio irresoluble e inexplicable» y sus diferentes manifestaciones: el pasional, el filial, la amistad y también el que se pone en juego con el desarrollo de una profesión o interés.
Para explicar estas diversas expresiones, aparecen clichés, estereotipos, ironía, comedia y drama. Todos estos recursos se potencian a través de actuaciones individuales y colectivas, con canciones en inglés y en español y un variadísimo vestuario.
La iluminación apoya la narración y la escenografía ―poliforme― incluye utilería, proyecciones y videos.
Al final, los personajes y las historias se fusionan bajo la concepción de que el amor es un conjunto de memorias, sensaciones, sabores y personas que, en presencia o ausencia, vamos a recordar por siempre.
Durante una hora y media, el equipo actoral demuestra talento en desarrollo, emoción, esfuerzo, trabajo en equipo y gran coordinación docente. Cada integrante se luce individualmente y el conjunto siempre es más. La obra que por momentos parece que se escurre, siempre retoma el tema y permite que se decodifique en diferentes estratos. Los públicos la resignifican en función de su experiencia simbólica, aunque el discurso vertebrador es contundente y refleja cómo un grupo de adolescentes entiende las distintas facetas del amor.
Atentamente, el amor ―la muestra 2024 del Bachillerato Artístico― se exhibió el jueves 7 de noviembre en el salón de actos Graff Hall. Con la presencia de familiares, amigos, autoridades de la Institución y funcionarios, los dos grupos del Artístico (segundo y tercer año) mostraron el resultado de un largo proceso creativo.
Días antes, el musical tuvo tres ensayos finales con diversas audiencias: grupos de Inicial, de Primaria, toda Secundaria y numerosos docentes.
En estas cuatro instancias, en el escenario se expusieron adolescentes que están prontos a finalizar o culminar la etapa liceal y que continúan un trayecto artístico. Esta cuestión es clave para mirar, evaluar y poder disfrutar el hecho artístico.
El proyecto en cuestión, que pertenece al grupo de tercer año de Bachillerato Diversificado (BD), nació el año pasado. El tema fue propuesto por el grupo de alumnas y contó con la aprobación del equipo docente.
La estructura y el tema se mantuvieron invariables desde principio de año. El trabajo se vertebró bajo el parámetro de una estructura dramatúrgica diversa con un final concluyente desde las diferentes asignaturas, más allá de los programas específicos que cada una debe seguir. Segundo año de BD también se sumó al proyecto como hilo conductor y con el objetivo de formar parte de la muestra final.
La lista de temas musicales comenzó con una primera selección que fue muy amplia y que funcionó como disparador. El recorte posterior se realizó en función de la variación musical y de contenido. Desde el teatro, se estructuraron situaciones relevantes con improvisaciones y con trabajos técnicos de aspectos formales (significación, puesta en escena e interpretación). La búsqueda incluyó situaciones en el amplio espectro del amor. Estas se seleccionaban, se subdividía el trabajo y se armaba el guion, siempre a partir de una canción que hilvanaba la escena o que servía para cerrar la secuencia.
Después de definir el repertorio musical y las escenas, comenzó el trabajo coreográfico y audiovisual, además del diseño estético. El equipo docente tuvo un rol protagónico de coordinación y un trabajo paulatino de cada asignatura en particular y en conjunto.
En el segundo semestre, se inició el proceso de construcción real del espectáculo. En esta etapa, se escogieron y se descartaron ideas. «Hay que ponerse de acuerdo, producir, parar y volver a empezar. Es una fase fermental en la que se escribe, se actúa, se baila, se diseñan las coreografías, se discute sobre estética, se pinta, se cose y se materializan objetos», explica el Prof. Ramiro Perdomo Villar, docente de Teatro. «Esta es una etapa preciosa y fermental. El grupo de sexto tiene un potencial individual y colectivo como pocas veces se ve. Las alumnas demostraron inteligencia conceptual, emocional y corporal. (…) Ellas llegaban con ideas todos los días y contagiaban a quinto», agrega el docente.
La demanda de tiempo, cuerpo y emociones de la fase final del proceso fue alta. «Las alumnas nunca bajaron los brazos y, en todo momento, buscaron la excelencia. (…) Ellas se apropiaron del proceso desde el nacimiento y tuvieron la autonomía para construir un proyecto artístico original que comunica algo específico. Esto es muy interesante desde el punto de vista artístico y pedagógico. Hubo en ellas confianza, compromiso y disciplina de trabajo. (…) El colectivo fue fuerte y pudo resistir los momentos de dificultades, además de sumar a otro grupo con sus características. El resultado fue de armonía e intensidad ejecutora, fuerza que impacta y que se diferencia de otras instancias anteriores», resume el profesor.
Equipo docente
Arte y Comunicación Visual: Magdalena Occhiuzzi Freire y Soledad Volonterio Poittevin
Teatro: Ramiro Perdomo Villar
Expresión musical: Elena Mañosa Pérez
Expresión corporal y danza: Victoria de León Carabajal
Lenguajes y Medios audiovisuales: Pablo Scagliola Díaz
Coordinación de Arte: Gloria Sánchez Esteves
Etiquetas:
ArteBachillerato ArtísticoSecundaria
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