Secundaria
Iván Asplanato tiene 16 años y es alumno de segundo año de Bachillerato (Diversificación Científica). Le gusta mucho la informática y explica que probablemente estudiará alguna carrera relacionada, aunque todavía no tiene decidido exactamente qué. Junto con otros alumnos de Crandon, participó de la competencia nacional de Microsoft Office Specialist 2019. Con el máximo puntaje, obtuvo el primer lugar en Word y viajó a Nueva York al campeonato mundial que se realizó del 28 al 31 de julio.
«Me puse feliz y también algo nervioso. Después de haber ganado en la competencia nacional vinieron las vacaciones de julio, así que no tuve mucha oportunidad de practicar», contó con entusiasmo. «Apenas se iniciaron las clases, me preparé con Guillermo Medina [docente y coordinador de Informática]. Estábamos en período de parciales y se me complicaba un poco practicar porque además tenía que estudiar».
La prueba mundial fue el 29 de julio en un hotel y centro de convenciones ubicado en el Times Square. «La competencia de acá es el nivel básico del examen de especialización de Microsoft Office, pero la de allá fue diferente, tenía muchas cosas del siguiente nivel (experto). Nos dieron un documento ya pronto y una planilla con lo que debíamos hacer para que nos quedara igual. No pasás por pequeñas tareas, sino que tenés que administrarte y entregar un documento como el que estás viendo», explicó Iván.
La prueba fue relativamente corta; dura 50 minutos, al igual que la clasificatoria realizada en Montevideo. Todos los programas (Word, Excel y Power Point) duran lo mismo, salvo los exámenes de Adobe que son muy largos. Iván fue el único representante de Uruguay y dice que al principio de la prueba se sintió un poco nervioso, pero luego entró en confianza. «Fue difícil. No te dan puntajes, sé que no estuve en el top ten, pero me sentí muy bien», reveló con contundencia. «Hasta que realmente no vas, no sabés qué te pedirán. Con el examen básico no alcanza, aunque supuestamente sí. Yo no sabía cómo hacer algunas cosas que son de nivel experto, así que las resolví por intuición. Y algunas cosas no me quedaron exactamente igual que el documento que nos daban».
Dice que regresó satisfecho por la experiencia, y por la gran cantidad de gente que conoció. Sus padres están muy contentos y orgullosos, como todos en la Institución. El año que viene puede volver a competir en Excel o en Power Point, y ya lo está pensando. «Power Point me gusta mucho. Le tengo mucha nostalgia porque de chico lo usaba para todo», dice con convicción.
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