Secundaria
Milagros Forastiero tiene 17 años y cursa segundo año de Bachillerato Científico. Al igual que cientos de estudiantes de Secundaria del país, participó del plan creado por la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y el Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA) para promover las carreras tecnológicas del ámbito terciario a través de pasantías. En particular, Milagros fue parte de la micropasantía Producción biológica de metano a partir de residuos y cultivo en placa de los microorganismos involucrados.
La actividad, que tuvo lugar en el laboratorio de Ecología Microbiana del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable, se llevó a cabo del 19 al 21 de agosto bajo la responsabilidad de las investigadoras Victoria de la Sovera, Laura Fuentes y Patricia Bovio. «Había varias opciones, yo me anoté en esa y tuve mucha suerte porque había pocos cupos», detalla la estudiante. «Cuando llegamos, nos explicaron conceptos básicos que yo no tenía porque no curso Biológico. Había tres chicas más, una del [Colegio Nacional José Pedro] Varela, otra del [Instituto] Juan XXIII y una de Trinidad que hace un Bachillerato Agrícola. Tuvimos tres profesoras que trabajan aislando gases para después poder utilizar el metano como fuente de energía».
Luego del abordaje teórico, pasaron a las prácticas. Milagros explica con minuciosidad y entusiasmo: «Nos mostraron qué teníamos que hacer para identificar si se estaba produciendo metano en el experimento y a qué temperatura se podía producir mejor. Fuimos al laboratorio con túnicas y guantes a medir sustratos. Comparamos, pusimos negativos para ver qué sucedía y después pusimos acetato que es de lo que se alimentarían las bacterias para producir el gas. En el proceso se generaban dióxido de carbono, metano y ácido sulfúrico y nosotras teníamos que separar los gases para aislar el metano».
Con honestidad, la alumna confiesa que la «experiencia estuvo de más, pero que la confundió». Y agrega: «Yo estoy haciendo científico y la bioquímica no me había llamado la atención antes. Pensaba seguir Ingeniería porque Economía y Arquitectura, que son las que puedo hacer en Científico, no me interesan. Pero ahora tengo dudas, quizás dé el examen de Biológico para irme a Agronomía. Había mucha gente que se había inscripto a la micropasantía y yo pude ir. Fue como una señal para repensar todo. Fue una muy buena oportunidad, se la recomiendo a otros estudiantes para el año próximo. Y lo más importante es que elijan opciones que no sean del área en la que están, para que les puedan abrir la cabeza».
La experiencia de la que participó Milagros se enmarca en el laboratorio Ecología Microbiana del Clemente Estable que, según explica la investigadora Laura Fuentes, «tiene como objetivo comprender los mecanismos que gobiernan las interacciones entre microorganismos y con el ambiente. En este sentido, se estudian ecosistemas naturales y sistemas con aplicaciones biotecnológicas. Nos interesa conocer cuál es el rol de los microorganismos en estos ecosistema. En particular, nuestro grupo de trabajo se enfoca en la microbiología para optimizar los procesos de descontaminación de aguas residuales, producción de biocombustibles como hidrógeno y metano y de electricidad en celdas microbianas».
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