11 de agosto de 2023

La foto de un hotel de insectos tomada por la Mtra. Emilce Machado Esteves ―docente de 3.º B― generó un marco de investigación colaborativo que se desarrolla desde mayo y que involucra diversas competencias, saberes y prácticas.

Antes del receso invernal, mantuvimos una entrevista con el grupo para conocer el alcance del proyecto. El origen fue la fotografía. El objeto en cuestión despertó curiosidad, la mayoría del grupo no sabía que existían los hoteles de insectos, aunque «hay en Uruguay, en el Parque de la Amistad, en Montevideo, y en el Parque de la UTE, en Minas», explicaron los escolares. 

De la foto y la clase, el tema se trasladó a las sesiones mensuales en la chacra educativa. Cecilia Marzaroli Almirón, la docente, también se involucró. El grupo ya había decidido construir un hotel de insectos. 

En clase de Informática, buscaron información, escribieron el paso a paso del armado de un habitáculo para insectos y dibujaron bocetos. 

En una visita a la chacra, recolectaron materiales y pensaron si este era el lugar ideal para colocar el hotel. Finalmente, decidieron que el patio de la escuela era el ámbito más adecuado.

―¿Por qué queremos un hotel de insectos en el patio de la escuela?― les preguntó la maestra. 
―Porque acá es un ambiente ruidoso, no es un buen refugio para los insectos.
―¿Y para qué queremos insectos si molestan, pican, pinchan?  ¿Por qué queremos un hotel de insectos acá en la escuela?  
―Es importante porque cada insecto tiene una función para las plantas y los árboles. Y los árboles y las plantas nos ayudan a respirar. 
―¿Qué hace un insecto en un hotel de insectos?
―Creemos que se refugian, se alimentan, se reproducen. Todavía no sabemos muy bien…

Las respuestas de los escolares evidencian las preguntas y los supuestos formulados durante el proceso. También dan cuenta de la información sintetizada y de la generalización empírica construida. 

A través de las intervenciones durante la entrevista, los alumnos describieron las estrategias utilizadas y los conocimientos y recursos que se pusieron en acción en función del proyecto en curso.

―¿Cómo construyeron el hotel?
―Usamos ramas y pasto. Tenemos tres tipos de hoteles― los muestran y describen. 
―Uno tiene una red arriba, ¿para qué?
―Para proteger a los insectos de los pájaros y para que no se desarme, que no se caigan los materiales.
―¿Se van a llenar de insectos de inmediato? ¿Qué piensan
―No sabemos… 

Cecilia Marzaroli, que participó de la reunión de manera virtual, aprovechó la oportunidad para introducir el concepto de estacionalidad: «El tema es que los estamos colocando en un momento en el que la vida de los insectos está como muy apagadita, porque son los días más fríos del año, es cuando ellos menos se reproducen, muchos no están con sus formas adultas sino que son larvas, entonces la colonización de nuevos espacios puede que no ocurra». 

Surgió, de esta manera, la necesidad de nuevas observaciones y del registro de lo que sucederá. A propósito del registro, el grupo contó que durante el proceso escribieron dos tipos de cartas: una a la Dirección ―solicitando el permiso y la compra de materiales, que tuvo respuesta inmediata favorable―  y otra a Héctor Cortés Santos (Mantenimiento). Héctor fue una figura clave, pues los ayudó en el armado de los hoteles.

Antes de terminar volvimos sobre las razones por las que se interesaron en la construcción de un hábitat para insectos. Con convicción me respondieron: «Porque nos gusta la naturaleza».

Crédito de imágenes: Centro de Recursos para el Aprendizaje