21 de junio de 2021

 

A Juan Montans Pena le gusta la arquitectura desde que era niño. Cuando tenía seis o siete años, armaba estructuras con los ladrillos Lego y con los VHS de su padre; con los primeros modelaba casas y edificios con los segundos. 

El interés se afianzó en el Bachillerato. «En sexto de liceo, en Historia del Arte, tuve a Daniela Tomeo, que fue una excelentísima profesora que nos dio una formación muy sólida ―explica Juan pacientemente―. En Dibujo, tuve a Nicolás Netto, él incursionó en herramientas de diseño asistido mediante computadoras; y en Informática, teníamos AutoCAD. Eso fue un diferencial, en la Facultad son cosas que se exigen, pero no se enseñan o se enseñan por arriba».

Juan, que fue alumno de Crandon desde los tres años y que egresó en 2011, estudió Arquitectura en la Universidad de la República. En 2019, en el viaje de egresados visitó Corea del Sur y la experiencia fue tan enriquecedora que al volver, junto con el Arq. Matías Fagúndez Rodríguez, se presentó a un concurso cerrado que tuvo lugar en el país asiático. Si bien no lo ganaron, a partir de esa participación les llegó la invitación para ser parte de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Seúl 2021. 

Luego de un concurso de dos etapas, Matías y Juan fueron seleccionados para representar a Uruguay con el proyecto A city within a city. Los arquitectos viajarán a Seúl, en setiembre próximo, con auspicio de la Facultad de Arquitectura (Udelar) y la declaración de interés del Ministerio de Educación y Cultura. 

¿Qué implica ser parte de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Seúl?Tuvimos que presentar un proyecto base en una ciudad específica y a partir de eso armar un pabellón conceptual. Nos presentamos a la Bienal en julio de 2020 con un proyecto basado en nuestra tesis de grado que trata el tema de las cárceles. Para el pabellón propusimos una especie de cilindro en el que cuelgan cortes carcelarios, expresión simbólica de cultura carcelaria. La idea es que el visitante entre al cilindro, se vea en un espejo y se sienta amenazado por los cortes carcelarios. A su vez, las paredes estarán recubiertas por una acuarela que pintó mi padre [el reconocido pintor Juan José Montans; también exalumno de Crandon]. Esa es la imagen conceptual del proyecto: una piscina, un mundo que está como hundido, con una ciudad arriba que no se da cuenta de lo que pasa en el resto, aunque el mundo sumergido y la ciudad son consecuencia uno del otro.

¿Cómo van a resolver la confección de los cortes carcelarios?
Pretendíamos llevar las piezas, pero es muy complejo; entonces, se van a hacer imitaciones y habrá dos o tres originales. A través del Ministerio de Educación y Cultura estamos en contacto con la Embajada de Uruguay en Seúl, porque tenemos que conseguir un socio constructor. Tuvimos que explicar de qué se trata todo esto y el socio tiene que construir una imitación, tan real como sea posible. Mandamos fotos y descripción de los cortes que conseguimos en el Ministerio del Interior. Y otro tema fue encontrar los términos exactos en inglés.

Todo se maneja en inglés, ¿verdad?
Sí, siempre; los dos arquitectos lo hablamos fluidamente. El inglés es una herramienta fundamental en la carrera y ahora también, porque necesitamos armar materiales, mantener reuniones y responder correspondencia con rapidez.

¿Habrá oportunidad de ver el proyecto y el pabellón en Uruguay?
Sí, queremos reconstruir el pabellón aquí. La Bienal, además de ser una experiencia muy enriquecedora, nos permitió establecer contactos estatales por el tema de la tesis. Así que estamos viendo si el modelo que nosotros creamos puede tener alguna repercusión concreta. 

¿Cuál es ese modelo carcelario?
El objetivo es que las personas privadas de libertad tengan una oportunidad y una inclusión en la sociedad, y para lograrlo el edificio tiene que aportar a la integración. Una forma básica es incluirlo en la sociedad, a través de puntos de contacto. La arquitectura tiene que responder de la misma forma que responde con la construcción de una plaza, por ejemplo. En nuestra tesis, la cárcel diseñada reproduce la lógica urbana. En su interior, funciona como una ciudad de escala, no como un edificio que tiene habitaciones donde están recluidas las personas. Esa cárcel logra reproducir el centro cívico, la plaza, el lugar de deportes y las unidades habitacionales. 

Hablando de edificios, ¿cuál es la parte que más te gusta de este, de Main Building, que en breve cumple cien años?
Nunca lo pensé como arquitecto… dame un segundo para pensarlo bien ―Juan mira hacia el patio, entrecierra los ojos, se toma un momento, es evidente que busca reproducir imágenes―.  Creo que hay un punto de unión que me interesa particularmente: es camino a Informática, la parte de atrás de la Cafetería. Es como un nudo. Tengo lindos recuerdos de estar en ese patio con mis amigos; además, me gustan los nudos porque generan problemas arquitectónicos.

Fuimos a buscar ese «nudo que ata recuerdos», pero ya no está igual. Además de las modificaciones arquitectónicas, el patio está vacío debido a la pandemia. Buscamos otra locación para la foto, dimos una vuelta y finalmente terminamos frente a la icónica hiedra.

 

A city within a city: pabellón de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de Seúl 2021. Vista 360º del pabellón

Juan Montans Pena, Seniors 2011, es arquitecto y actualmente cursa el Máster en Arquitectura, ambas carreras de la Universidad de la República. Además, desde 2015 es docente de Historia III en la asignatura Historia de Arquitectura del Uruguay (primero en calidad de honorario y luego como grado I).

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Crédito de imágenes: Gabriela Cabrera Castromán