6 de noviembre de 2020

A principios de los años 90, el Centro para la Tecnología Especial Aplicada (CAST, Estados Unidos) comenzó a investigar, desarrollar y articular un campo disciplinar que más tarde se constituyó en los principios y las prácticas del Diseño Universal para los Aprendizajes (DUA). El término fue inspirado en el Diseño Universal de la Arquitectura, un área que nació en los años 80 del siglo XX en Carolina del Norte con el propósito de crear entornos urbanos y herramientas aptos para el uso del mayor número posible de personas.

El Diseño Universal para el Aprendizaje se apoya en los aportes de la neurociencia moderna y en los trabajos fundamentales de Lev Semyonovich Vygotsky y Benjamin Samuel Bloom, y también está basado en las reiteradas conclusiones de investigaciones educativas que señalan que «los alumnos son muy variables en sus respuestas a la enseñanza». Más que tratar estas diferencias individuales como elementos a discrepar, el DUA las considera como hechos fundamentales para poder comprender y diseñar una enseñanza efectiva. En consecuencia, para que los alumnos alcancen altos niveles de rendimiento, el DUA sostiene la necesidad de un diseño flexible y con opciones adaptables a las necesidades individuales. 

Las adecuaciones curriculares ―la forma en que se lleva a cabo el DUA― son el conjunto de modificaciones que pueden realizarse en los contenidos, indicadores de logro, actividades, metodología y evaluación para atender a los niñas y niñas que necesitan algún apoyo adicional en su proceso de escolarización. Asimismo, en función de los requerimientos de cada alumno, es posible también adecuar la organización del espacio escolar y los materiales didácticos a emplear. Sin embargo, las competencias establecidas para cada grado no se pueden afectar de acuerdo a los lineamientos del currículum nacional.

En el Instituto Crandon se llevan a cabo las necesarias adecuaciones curriculares una vez que el alumno ha recibido un diagnóstico que da cuenta de la existencia de una dificultad específica de aprendizaje (una dislexia, por ejemplo). El tema es sumamente importante en tanto permite alcanzar las metas de cada grado para que los escolares puedan disfrutar de los aprendizajes. Por ello, cuatro maestras de Primaria participaron de un curso de especialización organizado por el Instituto Universitario CEDIIAP.  La formación, que tuvo lugar este año, comenzó de manera presencial y debido a las restricciones sanitarias continuó y finalizó de modo virtual.

Beatriz Iraola Rodríguez (coordinadora pedagógica de Primaria), Valentina Aniano Castro, Natalia Núñez Romanelli y Mercedes Pena Vico (maestras de primero y segundo año) asistieron al curso que profundizó en las bases biológicas del aprendizaje, la importancia de la música, las adecuaciones curriculares en escolares con déficit atencional con o sin hiperactividad, trastornos del lenguaje, dificultades en lecto-escritura o en el razonamiento lógico-matemático, entre otros. Después de cursar todos los módulos, que fueron muy intensos, las participantes entregaron un trabajo final con el análisis de un caso concreto. A modo de conclusión, las maestras consideran importante destacar el valor de la inclusión y de las adecuaciones curriculares como herramientas que facilitan el acceso al conocimiento y que benefician el proceso de aprendizaje.