14 de diciembre de 2022

Uno de los últimos días de clases visité 6.º D, pues sabía que el grupo había instrumentado una campaña con el propósito de generar conciencia acerca del adecuado uso de los baños.

Me estaban esperando, ya sabían de mi visita. Susana Bagnulo Mazzeo, la maestra de inglés del grupo, sugirió formar una ronda. De inmediato, los escolares se ubicaron y comenzamos a conversar. El interés se hizo evidente desde el primer momento.

«En la clase, pensamos una idea para llevar a la Asamblea de Delegados y se nos ocurrió lo de los baños. Susana nos sugirió que, además, hiciéramos una campaña. A Alejandra [Besola, subdirectora] le pareció una muy buena idea». 

Quise saber por qué eligieron los baños y me responden que no se usan adecuadamente y que hacerlo es responsabilidad de todos; agregan que les gustaría «que estuvieran más lindos y que funcionaran las trancas, por ejemplo».

Pasaron unos meses antes de que la clase pudiera comenzar a ejecutar la tarea, ya que estaban preparando el examen internacional de inglés. Una vez que pudieron dedicarse al proyecto, se dividieron en grupos para dar forma a la campaña. Cada idea que fue surgiendo era votada por toda la clase, en plenario. 

Así nació una estrategia de comunicación que incluyó diversas acciones discursivas: una intervención en los recreos (con música, cotillón y periodistas que realizaban entrevistas), visitas a las clases y colocación de carteles en los baños. Llevaron a cabo un proceso interdisciplinario y multiforme en español e inglés que incluyó diversos aspectos de la oralidad y de la escritura, además del uso de herramientas informáticas y música.

El viernes 18 de noviembre fue el día elegido para salir a escena y presentar la campaña del cuidado de los baños. «Alice [,la profesora de música,] nos prestó instrumentos y antes nos había ayudado con la canción. Salimos todos. Algunos cantaban y tocaban, también usamos cotillón. Recorrimos el patio en todos los recreos. Había niños que nos miraban raro y había algunos que en seguida se sumaban. Otros se reían. Cuando íbamos a entrevistarlos, algunos se enganchaban y otros no».

Después pasaron por las clases para «hablar más formalmente y pedir a los niños que pensaran cómo contribuir a la campaña con unos papelitos que están pegados en una cartulina». En ese momento también se colocaron los carteles, escritos en inglés y en español, con textos y diseños elaborados por ellos.

Les pregunto si se sienten contentos y orgullosos y afirman enfáticamente. «Los baños están mucho mejor, los vemos más arreglados y no están tan desordenados. (…) Hay cambios, pero quisiéramos más».

Hicimos foco en las prácticas que sí se modificaron y reflexionamos sobre la dificultad de los cambios de los hábitos. La escucha fue atenta en todo momento, durante la charla siempre se expresaron con formalidad, cuidaron la ronda y la postura corporal y se esmeraron en el manejo del tiempo cuando tomaron la palabra. 

Terminamos con impresiones y recuerdos que dan cuenta del proceso vivido:

«Al principio, estábamos un poco vergonzosos y Susana nos dijo que estábamos haciendo algo por el bien de la Institución y que estábamos luchando por una buena causa».

«Cuando terminamos la actividad del patio estábamos nerviosos, nos alivió escuchar que muchos estaban cantando la canción».

«Fue algo descomunal e increíble, porque algunas personas cambiaron algunos hábitos».

«En un recreo, cuando salimos, los de primero y segundo se pusieron a cantar con nosotros y se pararon en la puerta para que no pudiéramos entrar, porque querían que cantáramos otra vez».

«Hicimos algo muy bueno que va a quedar en la historia de Crandon».

 

Crédito de imagen: Centro de Recursos para el Aprendizaje