29 de agosto de 2023

El 19 y 20 de agosto, Bernard Abal y Tutti Band se presentaron en el Teatro Solís. En dos shows en la sala Zavala Muniz, el Solís acogió un espectáculo «para la niñez que [propuso] la interacción con el ritmo, la canción y los paisajes sonoros que estimulan la conexión y la sinergia con el público».

Bernard Abal Trotta es docente de música en Educación Inicial desde 2007. El aula, ámbito en el que logra un entorno polifónico, es también su laboratorio de creación. Del encuentro con los niños puede surgir una idea, una letra o una melodía. Algo comienza a anidar en su interior mientras va tomando forma. 

Los temas que aborda en ritmos y letras, son diversos: su niñez, la de sus hijos o la de las niñas y niños con los que semanalmente hace música. En algún momento, letra y música se fusionan en una canción. Así crece un repertorio que ha ejecutado en diversos escenarios desde hace 14 años. Bernard ―que se cataloga como baterista, aunque compone, toca la guitarra y canta― se expande y enriquece junto con Tutti Band (Nicolás Noechwicz Szabes, Pablo Andrada Bordón y Nicolás Tasende, bajo la producción de Alicia Lauget). 

En relación con el repertorio para niñas y niños, Bernard explica su perspectiva y hace énfasis en la importancia de incluir a Peter Gabriel y a Sting, por ejemplo, además de sumar ritmos como el candombe y la murga. Se inspira en Canciones para no dormir la siesta y María Elena Walsh. En su perfil como músico, reconoce la influencia de Marcelo Ribero (Taller Uruguayo de Música Popular, TUMP) y de Julián Bruno, por ejemplo.

Bernard se formó como músico en AUDEM (Asociación Uruguaya de Músicos), el TUMP, con Juan Carlos Ferreira y Sebastián Pereira. Tiene dos discos editados: El desopilante viaje de Tutti Contenti (2001) y La Bicicleta (2016). Esta es la segunda vez que se presenta en el Teatro Solís, pues fue seleccionado el año pasado para formar parte de la cartelera artística.

Sobre el Solís, cuenta que es un «lugar mágico en el que se respira un aire particular». Resalta la acústica perfecta y agradece la oportunidad de «actuar en un escenario señorial». Antes de finalizar la entrevista, agrega que también está muy agradecido con el Instituto Crandon: «siempre he tenido mucho apoyo. Aquí he tocado en varias oportunidades, fue donde hice mi primer show, recibí apoyo cuando saqué La Bicicleta, mi segundo disco, además de tener libertad para llevar adelante las clases y contar con compañeras que se enganchan con todas mis propuestas».

Crédito de imágenes: Bernard Abal y Tutti Band