Secundaria

Viernes 10 de abril de 2020

Viviana Farías, profesora orientadora pedagógica (POP) de tercero 4 y de tercero 5 de Ciclo Básico, ha implementado un cierre de jornada particular a través de WhatsApp. La docente, al igual que muchos otros, ya usaba los grupos de mensajería como herramienta de comunicación y de coordinación con los alumnos. Ahora, en tiempos de clases virtuales, los grupos están particularmente activos y sensibles a nuevos propósitos. Así nació «el abrazo virtual», una experiencia que posteriormente se extendió a los demás grupos del nivel.

«La primera semana de clases en formato virtual me escribió un papá para decirme que era  el cumpleaños de su hijo. Yo ya había visto la información en la libreta electrónica. Ese día, al comenzar la jornada, escribí en el grupo que íbamos a hacer una videoconferencia como cierre. Además, armé otro grupo de WhatsApp con todos los compañeros, menos el del cumpleaños y, en la reunión de la tardecita, lo sorprendimos con carteles con felicitaciones. Fue nuestro abrazo. Ese día me quedé pensando en que a los chiquilines lo que les hacía falta era eso: un abrazo», explica Viviana con entusiasmo. 

Así, a partir del lunes 23 de marzo la docente comenzó a implementar «cierres con afecto». Eligió a un estudiante de cada uno de los terceros, los contactó por privado y les pidió que escribiesen un mensaje libre. Al finalizar el día, Viviana lo compartió anónimamente en cada grupo de WhatsApp. «Cada día selecciono a alguien y le mando un mensaje personal para que sea el responsable del cierre. Todos dicen que sí rápidamente y hemos tenido cartas largas, frases, fotos, recomendaciones de video y audios. Siempre con espíritu de grupo y con una mirada muy positiva. Ni bien envío el mensaje, llueven los corazones y hay más mensajes. Entre las nueve y las diez de la noche quedan sensibles y demuestran mucho afecto», agrega la docente. «Es un momento de reflexión y de tranquilidad. Son libres de escribir lo que sienten y lo hacen con responsabilidad y con las expresiones apropiadas porque respetan el espacio. Mientras tanto, nos entusiasmamos con saber que ya vendrán aquellos abrazos, ya se pondrán el uniforme, saludarán al portero al llegar, volverán a ir al locker a buscar sus materiales y ¡todo tendrá más gusto!».

«(…) Chicos: se terminó la segunda semana. Aunque sé que para algunos fueron difíciles y hasta en ciertos momentos sofocantes, todo se pudo solucionar a su tiempo. Esto nos demostró, una vez más, que juntos podemos hacer las cosas mejor, ayudándonos entre nosotros y siempre apoyándonos. (…)».

«(…) Ya vamos por la mitad de la tercera semana y sé que es difícil, cansador, estresante y a veces aburrido esto de las clases virtuales. Y no podemos salir, no solo al colegio, sino a los lugares de diversión y nos privan de ver a nuestras familias y amigos, pero es por nuestro bien. (…)».

«(…) Me gustaría que se tomaran un ratito para reflexionar sobre todo lo que está pasando, ¿hemos valorado suficientemente las cosas (me refiero al tiempo juntos, ir al liceo, los abrazos, juntarse con amigos, etc.) o nos damos cuenta de su importancia al ya no poder hacerlas? ¿Deberíamos cambiarlo? ¿Qué podemos hacer para cambiarlo? (…)». 

Crédito de imagen principal: Freepik.com

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