3 de abril de 2023

Una crónica sobre Colombia en Latidobeat.uy (la revista de Montevideo Portal); un relato sobre la yerba en la plataforma Tumblr; publicaciones sobre California, Nueva York, Montevideo y Punta del Este en Instagram; contenidos sobre salud para clientes internacionales. Detrás de esta panoplia de producciones está Daniela Varela Martínez, «creative, writer, foodie, traveler».

Es uruguaya, es exalumna de Crandon (Seniors 2007) y en 2012 se graduó en comunicación en la Universidad Católica. Vive en el exterior y viaja a Uruguay dos veces por año. Estuvo entre diciembre 2022 y enero 2023, pasó las fiestas con su familia y vacacionó en el este. En una escapada a Montevideo, coordinamos la entrevista. 

En Cultural Alfabeta, uno de sus lugares favoritos en Montevideo (es «catadora» de cafeterías), charlamos sobre su experiencia, tomamos café, nos recomendamos libros, reflexionamos sobre comunicación, tecnología, el metaverso, los nuevos formatos y cuanto tema se nos cruzó adelante. 

Días antes había entrado a su página web y le propuse empezar por una de las frases que resume su hoja de vida: «Born in Uruguay. Creatively groomed in Asia. Academically raised in Scandinavia. Professionally thrives in New York City». Daniela tomó aire y comenzó a hablar. 

«Fui cruzando la calle: primero Juan Ramón Gómez, después Urquiza y después 8 de Octubre»

«Nací en Uruguay, crecí en Uruguay y me eduqué en Uruguay, empezando por Crandon. Fui cruzando la calle: primero Juan Ramón Gómez, después Urquiza y después 8 de Octubre, porque estudié comunicación en la Católica. Antes de terminar, hice un intercambio afuera muy interesante, estudié en Semester at Sea y (…), desde esa experiencia, el exterior se tornó una extensión de mi casa».

Trabajaba en McCann ―con clientes de primer nivel―, pero Daniela sentía que quería algo más y decidió «tirar cañitas voladoras para todos lados, para estudiar, para hacer una pasantía o para trabajar. ¡Para lo que fuera! Me metía en todas las embajadas, buscaba convenios, averiguaba por becas (Chevening, Fulbright). Tenía la convicción de que algo iba a salir. Terminé en Vietnam, por eso lo de “Asia”. La carrera se me despegó una vez que me moví hacia Vietnam».

Entre 2014 y 2015, trabajó en una agencia independiente con dos clientes muy importantes: Coca-Cola y Google. «Fue una demencia: de un mercado de tres millones de habitantes a una ciudad de diez millones. Amo Vietnam, es uno de los lugares donde fui más feliz, es un gran lugar en el mundo, se lo recomiendo a todos», agrega dispuesta a quedarse hablando sobre ese país. Pero el viaje recién había comenzado… 

Le pregunto por Escandinavia y Daniela continúa, con verborragia y elocuencia: «Una de las cañitas voladoras picó tarde, picó en delay, y me salió la posibilidad de estudiar en Japón o en Suecia. Al final, decidí estudiar en Suecia; hice una maestría en Comunicación, Medios y Cultura».  

Al terminar, en 2017, se volvió a Singapur y allí trabajó para una startup que estaba licitando el segmento de agua, leches, tés y cafés de Coca-Cola. Ganaron la cuenta. Era fines de 2018. Daniela viajó primero a Barcelona y finalmente llegó a Nueva York. 

En la actualidad, es directora creativa en TBWA. Por su actividad profesional, ha cosechado reconocimientos y premios internacionales, además de trabajar para cuentas muy relevantes. ¿Ya hizo todo lo que quiere hacer? ¿Hay algo más? No duda un segundo y responde: «Quiero escribir un libro y hacer un pódcast. Yo cuento historias en Montevideo Portal, en Tumblr, en Instagram. Siempre cuento historias, desde ahí me conecto con la gente, entendiendo la historia de cada uno». 

«Todo lo que hago (…) es a través del inglés. (…) Tuve facilidad, pero también una formación sólida» 

Le propongo hablar de Crandon. Sonríe y dice que quiere contar algo sobre el inglés y una anécdota familiar que la enorgullece. «Todo lo que hago —salvo lo que escribo en español— es a través del inglés. He trabajado en mercados en los que se hablan otras lenguas y siempre lo he hecho a través del inglés. Tuve facilidad, pero también una formación sólida». 

La anécdota familiar refiere a sus padres. La decisión de que ella estudiara en Crandon la tomaron por el inglés y por la proximidad geográfica. «Las otras opciones que manejaban no salieron favorables en el sorteo de la vida y se cercioraron de su elección cuando fueron a una reunión de padres. Había una madre que se estaba quejando porque los nenes, nosotros, no hacíamos bien la fila, no la respetábamos y no sé qué más. En ese momento, Alicia Otero, la directora, le dijo: “disculpe señora, su hijo viene acá no para tener un lugar en la fila, sino para hacerse un lugar en el mundo”. Mis padres salieron superorgullosos y convencidos de que habían elegido bien». 

Mag. Gabriela Cabrera Castromán

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Créditos de imágenes: Gabriela Cabrera Castromán