29 de diciembre de 2021

 

A través del Plan Ceibal, Uruguay se sumó, por segundo año consecutivo, al Desafío Bebras, una actividad internacional que promueve el pensamiento computacional. Esta propuesta convoca a estudiantes de tercero de Primaria a tercero de Secundaria, en tres categorías: Benjamines (8 a 10 años), Castores (11 a 12) y Cadetes (13 o más). 

El propósito del Desafío Bebras es involucrar a estudiantes en la resolución de problemas, fomentar la colaboración, la creatividad y el pensamiento crítico en la clase. Para participar, alumnos y docentes debían prepararse durante algunas semanas incorporando metodologías y herramientas del trabajo computacional dentro de las actividades curriculares.

Luego del receso de setiembre, la Mtra. Rinna Rebagliatti Di Stasio, docente de 5.º A, propuso al grupo participar del Desafío. La respuesta de los alumnos fue entusiasta y, de inmediato, comenzó la etapa de preparación.

En octubre, a través de la plataforma CREA, la maestra preparó al grupo con materiales y ejercicios. Los alumnos escogieron trabajar individualmente, en duplas o tríos. Mientras ellos avanzaban, surgían dudas y aportes complementarios que Rinna resolvía con el equipo de pensamiento computacional del Plan Ceibal y con la Profa. Ana María Méndez Morales, coordinadora institucional de Informática en Inicial y Primaria.

El Desafío Bebras tuvo lugar del 25 de octubre al 12 de noviembre en la plataforma SEA (Sistema de Evaluación de Aprendizajes). La descomposición de un problema en partes abordables, el diseño algorítmico, el reconocimiento de patrones, la generalización y la abstracción fueron algunas de las habilidades que los alumnos debieron demostrar. 

«Los alumnos manejan las computadoras con naturalidad para buscar información y jugar. El pensamiento computacional y el Desafío Bebras los habilita a pensar en forma de algoritmos; ya no es solo la búsqueda de una información o un entretenimiento, sino usar la computadora para saber cómo resolver una situación ―resume la maestra―.  Por eso mi interés. Además, a diferencia de otras competencias a la que solo llegan algunos, aquí pueden participar todos, es una actividad inclusiva. Muchos optaron trabajar en equipo porque se potencian, yo los alenté, pero respetando también a los que eligieron hacerlo individualmente. Aprendimos todos, les fue muy bien y quedaron entusiasmados».