Secundaria

Miércoles 27 de mayo de 2020

Profa. Nadia Pérez, profesora de Ciencias Físicas

La dilatación térmica es uno de los contenidos del programa de Ciencias Físicas de segundo año de Ciclo Básico. En la presencialidad, es un tema que se da en el laboratorio con ciertos experimentos ya armados y, en esta modalidad cien por ciento virtual, me encontré con la necesidad de trabajarlo de otro modo. Al no contar con el laboratorio, busqué otra estrategia y abordé el tema en tres etapas. 

En primer lugar, presenté el contenido teórico en una clase virtual por videollamada. Después propuse a los estudiantes la realización de un experimento en su casa. Tenían que llevarlo a cabo, filmarlo, explicar el fundamento físico y compartir el video en el campus en un foro. Luego, debían coevaluar el video realizado por cada uno en pequeños grupos. Para ello, debían usar una rúbrica de evaluación ―que tenían desde el comienzo de la propuesta― en la que se detallaban aspectos comunicativos, la explicación del fenómeno en términos físicos y la del experimento en sí mismo.

Para llevar a cabo la práctica, les presenté diversas posibilidades: libros, videos en Youtube y algunas páginas web. El desafío incluía resolver el problema con los materiales que tuvieran en el hogar. Algunos hicieron pasar una moneda por una botella que después calentaron (y la moneda ya no pasó), otros armaron dispositivos con globos y diferentes tipos de materiales (cobre, hierro, aluminio) y una estudiante armó un termómetro casero. Buscaron cómo evidenciar el fenómeno físico con ideas propias o a partir de los recursos mencionados, y lo hicieron muy bien. Salieron prácticas muy interesantes en las que se evidencian creatividad y estrategias de comunicación. 

Por un momento, la cocina, el baño o el patio se transformaron en un laboratorio. Los estudiantes se las ingeniaron para realizar la práctica y participaron otros miembros del núcleo familiar: alguien que sostenía una cámara, prendía una hornalla, manipulaba un elemento o hasta incluso susurraba algo de un guion muy bien armado. Cuando hicimos la devolución de la actividad, los estudiantes destacaron la importancia del involucramiento familiar, aspecto del que me encuentro muy agradecida. Además, comentaron que la propuesta los alejó de las pantallas, una cuestión importante en este momento. La evaluación general de la actividad es sumamente positiva. Los estudiantes investigaron, fueron creativos y trabajaron de forma colaborativa. Tuvieron que resolver diversos problemas: desenvolverse con lo que tenían, editar y compartir el video, entre otros. 

Hace años que utilizo, como apoyo, diversas herramientas virtuales en todos los cursos que tengo a cargo. Por ello, esta situación no me es ajena, salvo que ahora es cien por ciento virtual. En Crandon, contamos desde hace mucho tiempo con el campus y tenemos un equipo que trabaja en tecnología que permanentemente colabora con nosotros para mejorar nuestras prácticas. Con las videollamadas, una de las incorporaciones, me llevo muy bien. Los estudiantes se conectan y están en la clase; si alguno, por alguna razón no lo hace, podemos identificar las razones porque tenemos una red de contención.

En esta realidad hay aspectos novedosos que intervienen en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Además de aprender de Física, los estudiantes ganan más autonomía, toman decisiones, piden y ofrecen ayuda, y se tienen que desenvolver en el uso de las herramientas virtuales: foros, entregas, calendarios, etc. Estas también son habilidades que van a usar en el futuro y que se considera al momento de planificar las unidades temáticas del curso.

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