Seniors

Lunes 30 de marzo de 2020

 

En diciembre pasado, despedimos a los Seniors 2019 y después del receso estival algunos de ellos nos cuentan sus nuevos desafíos académicos. En esta entrega, Eloísa Orrego, Joaquín Otormín y Alejandra Beduchaud comparten sus experiencias.

Eloísa Orrego fue la abanderada del pabellón nacional en 2019, cursó Ciencias Biológicas y obtuvo una beca de excelencia en la Universidad ORT. Nos cuenta que no sabía si estudiar Medicina o Diseño. Pensaba anotarse en la Universidad de la República para seguir una carrera que le es conocida, puesto que su mamá es médica, pero asistió «a varias charlas de la ORT para saber de qué se trataba» y se decidió por Diseño industrial porque le «gusta crear y arreglar objetos», explica pacientemente.

Para afrontar la anualidad, Eloísa eligió postular para la beca de «excelencia sin declaración jurada». Concursó en noviembre pasado y obtuvo un importante descuento, casi el máximo que otorga la Universidad ORT. El concurso implicaba tres pruebas: de lectura y comprensión, de matemática y de razonamiento lógico. Su desempeño fue excelente y, al respecto, Eloísa agrega: «Crandon me aportó un montón. Todo lo que sé. Si no tuviera las herramientas que me dio el Colegio, no podría haberlo logrado. Yo en la escuela no tuve inglés porque no vine a Crandon, cuando me cambié tuve que estudiar mucho y el año pasado pasé el Proficiency». 

En la Universidad ORT, el año académico de la Licenciatura en Diseño Industrial comenzó en modalidad virtual el lunes 16 de marzo. «El campus es como el de Crandon, en la ORT se llama Aulas ―explica Eloísa―. Es prácticamente lo mismo y eso está muy bueno porque me es muy fácil trabajar de esa forma». 

 

Joaquín Otormín cursó quinto Humanístico y sexto Derecho y optó por Abogacía porque así lo había decidido desde que comenzó el Bachillerato Diversificado. Seguro en sus apreciaciones, cuenta que se interesó por las universidades privadas por la infraestructura y las oportunidades de intercambios internacionales. De todos modos, cuando llegó el momento, se anotó en la Universidad de la República y también concursó por una beca en la Universidad Católica.

Luego de realizar un examen de matemática y comprensión lectora, la UC le otorgó una beca de excelencia académica, debido al muy buen resultado logrado. «Me fue muy bien en la prueba. Me sentí cómodo, en ningún momento sentí que algún tema no lo habíamos dado en Crandon. Podía resolver todo. En el Colegio practiqué mucho la comprensión lectora en la materias de letras; la prueba me hizo acordar a algunas que tuvimos en Historia y en Filosofía. Y en Matemática, Crandon me preparó para poder resolver los problemas, aunque algunos no los tenía tan frescos porque los había visto hace unos años». 

Las clases virtuales de la Universidad Católica comenzaron el lunes 23. «Usamos Zoom y no tengo dificultades, entramos desde el campus de la UCU que es como el campus de Crandon. Ya he entregado un par de trabajos a través de la plataforma sin problemas», agrega Joaquín con entusiasmo.

 

Alejandra Beduchaud es muy desenvuelta. Desde primer año de Bachillerato Diversificado (BD) se interesó por Traductorado. En la Jornada de Orientación Vocacional y Ocupacional de ese año, asistió a una charla sobre la carrera, pasó por el puesto de la Universidad de Montevideo (UM) y comenzó a investigar, aunque todavía no sabía a qué centro de estudios asistiría. Tiempo después, analizó los programas de las carreras de la Universidad de la República y de la UM y optó por esta última.

«En quinto año, supe que era parte del Cuadro de Honor del Colegio y, entonces, pensé que podía llegar a postular a una beca de excelencia. Para entrar a la Universidad de Montevideo, tuve una prueba de aptitud. Tenía que conseguir más del 80 por ciento y logré un 83. Así que postulé a la beca y me dieron un descuento del 50 por ciento. También tuve que dar las pruebas específicas de la carrera de Traductorado: inglés, traducción y español».

De Crandon, Alejandra se llevó «una metodología de estudio y, en especial, todo lo de inglés. Yo hice IG [International General Certificate of Secondary Education] y siento que haberlo hecho me da una base que otros compañeros no tienen. Estuve dos años acostumbrada a aprender en inglés. Ahora tengo una materia que se llama Estudios Culturales que es en inglés y lo siento como volver al IG. Creo que si no hubiese tenido contacto con el inglés desde chiquita, no hubiese sido posible entrar a la carrera», expresa sin dudarlo.

En la Universidad de Montevideo, los cursos comenzaron en modo virtual el lunes 23 de marzo; Alejandra se siente cómoda no cree que esta situación retrase su formación. «No tengo dificultades para adaptarme y con la tecnología me llevo muy bien. Tal vez me ayudaron las clases de Informática que tuve en Crandon; además todos lo estamos experimentando juntos, y alumnos y profesores nos ayudamos». 

IGCSE (International General Certificate of Secondary Education) es un programa internacional para el nivel secundario con asignaturas que desarrollan conocimientos, habilidades de expresión oral y escrita, investigación, resolución de problemas y trabajo en equipo, entre otros. En el Instituto Crandon, la formación del IGCSE  se implementa desde 2011. 

Se cursa de forma optativa (con el First Certificate aprobado o con recomendación del docente de inglés del año anterior).y en el marco del currículo enriquecido para alumnos de primero y segundo de Bachillerato Diversificado. Las asignaturas son: Spanish (first language), English (second language), Mathematics, History, Literature, Biology, Business Studies.

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