Primaria

PAM es la herramienta en línea para enseñar matemática del Plan Ceibal para alumnos de tercero a sexto año de Primaria y Ciclo Básico de Secundaria. Además de las escuelas públicas, también acceden las instituciones privadas que son parte de la red Ceibal. Por séptimo año consecutivo, PAM realizó un campeonato con el objetivo de «motivar el aprendizaje y promover el trabajo en equipo», y quinto D, a cargo de la Mtra. Verónica de León, participó de la actividad.

«La plataforma está diseñada acorde a los contenidos de cada grado. Presenta distintos niveles de dificultad y permite a los docentes seleccionar las actividades de trabajo. Es un entorno amigable y cotidiano que otorga a los alumnos nivel de independencia porque pueden trabajar desde la casa. Y a mí, como docente, me permite manejar variables y adaptar diversos tipos de actividades», comienza explicando la maestra.

En el laboratorio de Informática y desde la casa, los alumnos de quinto se ejercitan en diversos aspectos del programa del curso. «En esta modalidad de trabajo, de uso periódico, un día entraron y vieron que había un campeonato. Se entusiasmaron y, aunque no podían competir por el premio ―un viaje para la escuela pública ganadora―, decidieron participar igualmente», agrega la docente. Entonces, leyeron las bases, y la maestra se comprometió a asignarles tareas: series y libros para trabajar porcentajes, proporcionalidad, los algoritmos básicos (suma, resta, división, multiplicación), algunos conceptos de geometría, y medición y estimación de superficies.

En la competencia, acumulaban puntos todos los ejercicios que los alumnos realizaran en PAM relacionados con el grado. El torneo se desarrolló del 4 de julio al 18 de agosto, y los estudiantes de quinto D entraron a la plataforma a practicar cuestiones de matemática en la clase y desde sus hogares. «Cada viernes veíamos en el puesto en el que estaba el grupo. Finalmente lograron un lugar importante entre más de 190 instituciones privadas», comenta la maestra. «Todos participaron. Hasta los que más dificultad tienen. Por ejemplo, en la primera evaluación, cuando vi los resultados y accedí al trabajo que habían realizado mis alumnos, me encontré que quienes más puntos habían sumado eran dos de los alumnos que frecuentemente tienen más barreras en esta área del conocimiento. Decidí compartir estos logros con el grupo, y fue muy gratificante ver la cara de satisfacción de aquellos que frecuentemente “sufren” el trabajo en matemática y la viven como obstáculo. Ellos habían acumulado numerosos puntos para el grupo. El puesto que teníamos ese día era gracias a su trabajo. El aplauso del grupo fue elocuente y motivante».

Semana a semana, al avanzar en los libros, los alumnos se encontraban con situaciones difíciles de resolver. Llevaban los problemas a la clase y, entre todos, buscaban la solución. «Predominó el entusiasmo. Y cuando evaluamos el logro, rescataron el trabajo colaborativo porque cuando íbamos a la sala de Informática se consultaban entre ellos al momento de resolver los ejercicios. Creo que ahí hay un gran aprendizaje porque la distancia cognitiva entre el niño y el adulto a veces no permite al adulto intervenir para dar el paso. Y entre ellos están muy cerca, sus respuestas son más simples, más próximas, un lenguaje compartido que une. Algo de eso se generó, y creo que ahí están los resultados más significativos».

Maestros del nivel: Sylvia Pereyra, Ana Inés Durán y Álvaro Bentancour / Entrevista: Mtra. Verónica de León.

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