18 de abril de 2024

Del 13 al 15 de marzo, los grupos de tercer año de Educación Básica Integrada (EBI, Primaria) participaron de un taller de impresión botánica. La práctica de ciencias se realizó en el salón de plástica y el secado de los materiales en las clases. 

Con anterioridad, las maestras del grado plantearon consignas para identificar expresiones artísticas en la naturaleza. Además, procuraron que niñas y niños reconocieran el medio natural presente en Crandon (quiénes habitan los patios, la huerta, el aire, el suelo y las razones que sustentan el desarrollo de estos seres vivos) y recolectaron hojas, tallos, frutos y flores de especies con propiedades tintóreas. 

El equipo docente de la Chacra, por su parte, también aportó material vegetal para realizar la impresión botánica y previamente acondicionó las telas (fibras naturales celulósicas de origen vegetal). Junto con los lienzos y el material vegetal, se utilizaron soportes, hilo de algodón, pinza, vaporera, film grueso y sulfato de hierro. 

En la práctica de experimentación directa, cada grupo colocó el material vegetal sobre las telas humedecidas y escurridas. Aquí se pusieron en juego la combinación de colores, forma y distribución de los componentes; fue un verdadero trabajo colaborativo, pues los escolares, en subgrupos de cinco integrantes, debieron llegar a un acuerdo en relación con el diseño definitivo. Después llegó la fase de armado y atado de los rollos para, finalmente, sumergirlos en una olla al vapor durante 1 h y 30 minutos.

La Profa. Cecilia Marzaroli Almirón (docente de la Chacra Sta. Lucía) fue la responsable de conducir el proceso, realizar algunas de las acciones que requieren un cuidado especial y explicar los diversos temas relacionados con la práctica. A través de la indagación y el diálogo, los escolares se interiorizaron sobre los mordientes (fijadores que permiten que la impresión resista a la exposición del sol, el roce y el tiempo), utilizaron una balanza digital para medir la cantidad de sulfato de hierro recomendada y también diversas medidas de capacidad para hacer la dilución en agua. También debieron hacer cálculos por aproximación de medidas de longitud y luego usaron instrumentos precisos para la división de las telas a cortar.

Los días siguientes, mientras las telas impresas se secaban en las clases, las maestras de español de tercero introdujeron otros temas: los órganos de las plantas, el origen de la impresión botánica y posibles soportes para mostrar la impresión botánica. 

«Sin ser esta una actividad que, a priori parezca expresamente de ciencias naturales, permitió a niños, niñas y docentes adentrarse en el mundo natural desde un lugar creativo y artístico que será puerta de entrada para abordar temas específicos de ciencias naturales del grado. Es con la ocurrencia de estas prácticas que se confirman las bondades que tiene desdibujar los límites de las diferentes áreas de conocimiento en pos de generar espacios educativos estimulantes que desarrollen la observación, estimulen la curiosidad y la formulación de preguntas, promuevan la experimentación y el pensamiento con sentido como punto de partida para adentrarse en la obtención de nuevos conocimientos», resumió la Profa. Marzaroli.

«El entorno natural puede ser fuente de inspiración creativa y quien provea los elementos para realizar trabajos plásticos como dibujos, collages, construcciones, esculturas; motivador de juegos didácticos al aire libre descubriendo elementos y fenómenos en el entorno. Los cambios naturales cotidianos y las variaciones estacionales aportan elementos para recrearse y aprender. Recolectar semillas, hojas, flores, frutos, materiales inorgánicos, permite experimentar con los sentidos, clasificar, comparar, asociar. En la huerta, en el jardín, en el monte nativo o entre los frutales, los niños desarrollan la capacidad de apreciar los tesoros que ofrecen los elementos inertes y los seres vivos». Mtra. Gladys Pose, 2017

Créditos: Mag. Gabriela Cabrera Castromán (texto)