Secundaria

Lunes 15 de junio de 2020

El equipo tecnológico que lleva adelante la implementación virtual en el Departamento de Secundaria está formado por los profesores Guillermo Medina (coordinador de Informática), Ana María Méndez (tecnóloga educativa) y María de los Ángeles Mora. A partir de los lineamientos didáctico-pedagógicos, responsabilidad de la Dirección, estos docentes han trabajado en la puesta en funcionamiento de una propuesta que, en su momento, debió ser cien por ciento virtual y que comienza a transformarse a partir de la inclusión gradual de las clases presenciales. Con las profesoras Méndez y Mora conversamos sobre el modo en que los docentes de Secundaria aprenden e implementan las cuestiones tecnológicas. 

Para las profesoras consultadas, las enseñanzas sobre el modo de aprender de los profesores de Secundaria se materializan en diversos ejemplos. «Hace unos días, una profesora compartió un tutorial que había hecho una alumna. Lo hizo con total naturalidad. Ella lo había recibido como una ayuda y los demás profesores también lo hicieron de esa manera ―explican las docentes de Informática―.  Los alumnos siempre se han comportado así, la diferencia es que ahora los docentes están muy abiertos a aprender de los alumnos». La tecnología se incorpora en la práctica, enfatizan las docentes. Por ello, la urgente inmersión en el mundo digital pautó un modo apresurado de poner en funcionamiento prácticas que, en algunos casos, estaban arraigadas ya. «Ante la necesidad, los profesores han mostrado apertura y receptividad. Tenemos aquellos que se largaron primero y que, de alguna manera, fueron pioneros y se transformaron en referentes. Tenemos los que solo consultan dudas puntuales y que, con instrucciones precisas, siguen solos. También hay muchos profesores que aprenden de los alumnos; están los que consultan a sus pares y aquellos a los que les cuesta un poco más y necesitan otro tipo de apoyo».

Para estos casos, el equipo de tecnólogos del Instituto Crandon puso en funcionamiento un seguimiento específico. «Hemos estado en contacto con todos los profesores y, en ciertos, casos “hacemos juntos” porque el objetivo es que cada docente logre seguridad y que luego pueda continuar», puntualizan las profesoras. «Escuchamos qué necesitan o qué no pueden hacer, investigamos, ofrecemos cursos, creamos videos y trabajamos herramientas puntuales según las competencias pedagógicas y digitales de cada caso. También hemos entrado a las clases; antes íbamos al LTA [Laboratorio de Tecnologías del Aprendizaje] y, en tiempos de pandemia, entramos a las clases virtuales». 

Todos los profesores de Secundaria del Instituto Crandon han recorrido el camino de adecuación tecnológica. Diversas herramientas de comunicación se han puesto en juego y un grupo de mensajería instantánea se ha constituido como un foro de poderosos intercambios. «El grupo, de ciento treinta personas, nuclea discusiones, aportes y puntos de vista de profesores que ya han incorporado la virtualidad y que hoy están viendo cómo afrontar de mejor manera lo que está por llegar», especifican las docentes. «Al margen del cansancio de tantas horas de pantallas, las ventajas de la tecnología en la educación son insoslayables. En la práctica se ha visto la adecuación de las técnicas y, por ejemplo, los cuestionarios en línea llegaron para quedarse. También hemos construido, con los alumnos, las reglas de comportamiento en las videollamadas y en los grupos de WhatsApp como parte de un programa de formación de ciudadanos digitales responsables».

Los conocimientos y las destrezas implícitas en este proceso son reflejo de la vocación docente y de la propuesta del Instituto Crandon. La formación entre pares, el trabajo colaborativo y la puesta en práctica de credenciales digitales horizontales dan cuenta de una institución que se adapta y aprende. «Para nosotras y el Prof. Guillermo Medina, que también forma parte del equipo tecnológico, ha sido una excelente oportunidad para trabajar cerca de los profesores, conocer sus necesidades y adaptar continuamente las propuestas de Tecnología ―explican las docentes―. Hemos compartido un tiempo de trabajo exigente con un grupo que enfrentó los contratiempos con flexibilidad, buen humor y gran capacidad de adaptación».

Crédito de imagen: Bongkarn Thanyakij en Pexels.

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