Institucional
22 de febrero de 2023
El ciclo sobre actualización en educación integral de la sexualidad, organizado en febrero por el equipo de psicólogos de Crandon, finalizó con la intervención de la Profa. Patricia Pivel.
La docente, integrante de la Comisión de Educación Sexual del Consejo de Educación Secundaria, tuvo la responsabilidad de presentar las violencias basadas en género y las sexuales en infancias y adolescencias. Al respecto, la oradora explicó: «La violencia se aprende en la sociedad, en la familia, en los medios, en las instituciones educativas (…) y se revierte a través de la enseñanza del buen trato, en las habilidades para la vida, en el autocuidado».
Para entender el anclaje de las violencias, la docente abordó el marco histórico general, pues el maltrato hacia niñas, niños y adolescentes se hace visible con el disciplinamiento (1860-1920, concepto acuñado por el historiador José Pedro Barrán). Antes, el golpe ―salvo en la cabeza― estaba normalizado, y de la vía pública pasó a ejercerse en el hogar, lugar donde ocurre el mayor número de situaciones violentas sobre niñas, niños, adolescentes, mujeres, personas en situación de discapacidad y personas mayores.
A continuación, la Profa. Pivel explicó el alcance terminológico del maltrato y de las violencias. El primero refiere a cualquier acción física sexual o emocional no accidental hacia un menor, por parte de sus padres o cuidadores; ocasiona daño físico o psicológico y amenaza el desarrollo físico y psicológico. Por su parte, la violencia es el uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad. Esta fuerza puede causar lesiones, daños, muerte.
Entre las violencias, la oradora destacó la basada en género que, en la legislación uruguaya, se consigna en la Ley 19.580. En esta, se declara que la violencia basada en género es una forma de discriminación que afecta, directa o indirectamente, la vida, la libertad, la dignidad, la integridad física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, así como la seguridad personal de las mujeres.
El abuso sexual, la explotación sexual, la trata de personas, el tráfico de personas, el acoso sexual son violencias basadas en género.
El primero, que es la imposición de comportamientos sexuales de un adulto a una niña, niño o adolesente, es un delito penado por ley en Uruguay. Los centros educativos tienen un rol privilegiado no solo en la identificación de indicadores, sino también en el trabajo sobre la prevención de este tipo de abuso.
La situaciones de abuso se detectan a través de un relato incoherente, ambiguo, confuso, con elementos fantasiosos e irreales, que muchas veces presenta retractación. También a través de conductas en el juego, en la expresión gráfica (dibujos) y en los indicadores emocionales (retraimiento, aislamiento, miedo, ansiedad, autolesiones, dificultades para conciliar el sueño, entre otros), los físicos (ropa interior manchada o rota, dolores de cabeza, dolores abdominales, dificultad para caminar o sentarse, lesiones, embarazo) y los comportamentales (cambios bruscos, dificultad para concentrarse, agresividad, sometimiento, etc.).
Hay cuestiones clave, mencionó la Profa. Pivel: creer en el relato y evitar la revictimización cuando se realiza el primer abordaje. La docente también recordó que Primaria y Secundaria cuentan con mapas de ruta al respecto.
En relación con las violencias sexuales, el foco estuvo en la explotación, la trata y el tráfico, con sus diferencias. Los dos primeros son delitos contra personas y el tráfico es una violación del derecho migratorio. La oradora recordó que la prostitución infantil no existe, pues la prostitución es una actividad legal en Uruguay regulada por el Ministerio de Salud Pública. En niñas y niños se trata de explotación y es un delito; no existe, bajo ningún concepto, consentimiento válido en este caso.
Las violencias sexuales en las redes: grooming y sexting, entre otras, merecieron especial atención. Por grooming se conoce a la acción deliberada de un adulto que abusa sexualmente de una niña, niño o adolescente a través de un medio digital; mientras que el sexting es la producción de fotos, videos o sonidos íntimos, situaciones de índole sexual o erótica que se envían de celular a celular o se publican en redes sociales.
La intervención de la Profa. Pivel y el ciclo sobre actualización en educación integral de la sexualidad finalizó con la puesta en común de recursos digitales y visuales para el abordaje de algunos de los temas tratados.
Patricia Pivel. Profesora y educadora sexual. Especialista en educación sexual acreditada por Flasses (Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación sexual) y por la Sociedad Uruguaya de Sexología. Diploma Superior en educación sexual (FLACSO Argentina) y diploma para el abordaje de las violencias hacia las infancias y adolescencia (FLACSO Uruguay). Integrante de la Comisión de Educación Sexual de la Dirección General de Educación Secundaria.
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Créditos de imágenes: Centro de Recursos para el Aprendizaje
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