8 de marzo de 2024

Hoy es 8 de marzo y Carmen Correa Cabris está en Luxemburgo, uno de los centros financieros más importantes del mundo. Como CEO de Pro Mujer, será responsable de tocar la campana y anunciar el lanzamiento del bono de género de Pro Mujer en la Bolsa de Luxemburgo. Después viajará a Estados Unidos a reunirse con el directorio de la organización que dirige y participará, además, de la Comisión de Mujeres de Naciones Unidas. El viaje a Estados Unidos finalizará con un curso sobre liderazgo en Harvard. 

Carmen es uruguaya y estudió en Crandon, egresó en 1985. Hace unos días ―entre un viaje a México y este a Europa― nos reunimos en el Colegio. Habíamos pautado la entrevista unos meses antes y, en medio de una agenda muy demandante, hicimos coincidir la charla con una reunión de la Asociación de Exalumnos de Crandon (ADEC).

«El Colegio te permite abrirte al mundo»

La OEA, el BID, Avina, Endeavor y ahora Pro Mujer. Cuando venías a Crandon, ¿te imaginabas que ibas a tener cargos de tanta responsabilidad e impacto?Siempre me gustó pensar de forma muy abierta sobre lo que pudiera llegar a ser. Siempre me interesó, además, poder vivir afuera y lo pude hacer ―viví siete años en Estados Unidos trabajando para el Banco Interamericano de Desarrollo―. (…) Creo que el Colegio te permite abrirte al mundo; te permite soñar y que cada uno pueda visualizar el lugar en el que quiere estar. 

Pro Mujer trabaja en temas de género desde los años 90, ¿cuánto falta para que la igualdad de género sea un tema menor en la agenda?
Hay estudios que indican que más de cien años. Se ha avanzado mucho y se ha avanzado bastante en América Latina, pero todavía falta. 

Las mujeres seguimos ganando 20 % menos que los hombres en igual posición. Cuando salimos a buscar financiamiento para emprender, seguimos sin lograr tener acceso a ese financiamiento. Solo el 18,3 % de las mujeres en América Latina tiene acceso a la seguridad social. Sufrimos un altísimo índice de violencia de género. 

También hay temas como acceso a la educación, (…) conectividad, pobreza y de sesgos. (…) Es clave que tomemos conciencia de esos sesgos y que podamos trabajar sobre ellos. 

En relación con la educación, es importante incluir la educación financiera desde la niñez. Tenemos que empezar desde muy temprana edad y, sobre todo, hacer mucho hincapié en las niñas. También tenemos que lograr que las niñas se involucren más en ciencia y tecnología.

Y hay que trabajar sobre la violencia. Muchas veces, acotamos la violencia al golpe, pero es fundamental reconocer todos los tipos de violencia. 

Pro Mujer no tiene sede en Uruguay, ¿por qué?
Nuestra sede principal está en Nueva York y la operación más grande en Bolivia, porque Pro Mujer nació en Bolivia en los años 90. Allí tenemos la mitad de los empleados y la mitad de las beneficiarias. También tenemos centros de atención en Argentina, México, Guatemala y Nicaragua. 

Uruguay es unos de los países de América Latina con menor desigualdad y rankea muy bien frente a otras realidades. En los países en los que opera Pro Mujer hay mayor desigualdad. Nosotros tenemos base en lugares donde podemos generar un cambio, donde realmente hay una necesidad muy fuerte.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Me encanta trabajar en equipo. En Pro Mujer trabajamos 1500 personas. Tengo un equipo atrás. Y lo que más disfruto es cuando voy y conozco a las mujeres que logramos apoyar. Son historias de superación. Son historias de resiliencia. Son historias de guerreras que todos los días pelean para poder sacar sus familias adelante y que lo logran.

«Lo que más disfruto es cuando voy y conozco a las mujeres que logramos apoyar. Son historias de superación»

Artículos relacionados: Carmen Correa Cabris, Senior 1985, integra el programa Leaders to Watch de Google.org / notas 8M / otros textos sobre Seniors;

Créditos: Mag. Gabriela Cabrera Castromán (textos e imágenes)