30 de setiembre de 2024

Por segundo año consecutivo, el equipo de psicólogas de segundo grado de Educación Básica Integrada (EBI, Primaria) llevó adelante un ciclo de talleres para trabajar sobre la inteligencia emocional junto al simpático Detective de las Emociones.

Durante el primer segmento del año, los alumnos de la generación conocieron al Detective de las Emociones (un personaje imaginario, esquivo y muy entretenido) y ellos también se convirtieron en detectives. Realizaron entrevistas, tomaron apuntes en una libreta especialmente diseñada para la actividad, describieron y dibujaron situaciones, priorizaron características, indagaron en sus familias y conversaron entre ellos. El propósito, que cuenta con la atenta y constante guía de las psicólogas, es conocerse mejor y promover una buena convivencia.

Los detectives en formación reciben una misión especial relacionada con el entrenamiento en inteligencia emocional. Para llevarla a cabo, cuentan con la colaboración de las maestras del grado y las familias. Estas son protagonistas relevantes, puesto que niñas y niños realizan entrevistas con el propósito de indagar qué cuestiones generan alegría o tristeza, entre otras emociones.

Todas las instancias ―en familia, en la clase, en los patios― son oportunidades para poner las emociones (alegría, tristeza, miedo, enojo y vergüenza) en palabras, aprender a describirlas y detectar cómo se manifiestan en el cuerpo. Las psicólogas, a partir de la reflexión individual y grupal, encauzan la validación y resolución de estos estados de ánimo. 

Al finalizar el proceso, los detectives reciben un certificado y un pin que, a modo de insignia, concluyen la formación como investigadores. Las familias, grandes articuladoras durante el proceso, también reciben un diploma, al igual que las maestras del grupo.

Con esta propuesta, el equipo de psicólogas trabaja la inteligencia emocional (IE), un aspecto clave en el desarrollo de las personas. La IE está formada por un conjunto de habilidades: capacidad de reconocer, nombrar y expresar las emociones, comprenderlas y regularlas de manera adecuada. Las emociones forman parte natural de los seres humanos, son inevitables y es fundamental conocerlas y gestionarlas. Todas son necesarias, ni buenas ni malas, y se expresan de diferentes maneras, puesto que hay tantas formas de sentir como personas en el mundo.