Institucional
10 de mayo de 2024
En marzo, la Profa. Maite Iglesias Schol defendió su tesis y finalizó la Maestría en Historia Política (Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de la República).
Maite, que es profesora de Historia egresada del Instituto de Profesores Artigas y de Inglés formada en el Instituto Dickens, realizó una tesis que se llama Hacer y al hacer hacerse. Amor, libros y revolución en la Comunidad del Sur (1955-1975).
La docente e investigadora, ahora magíster, nos contó que «el problema de investigación que [le] interesaba era de qué modos los actores políticos que proponían transformaciones de las estructuras sociales se veían interpelados por los cambios que se verificaban en los terrenos globales, y que se relacionaban con nuevos significados, prácticas y sensibilidades de los jóvenes, las parejas, las relaciones sexuales pre y extramatrimoniales, la liberación femenina, ajustes en las masculinidades, entre otras».
Así fue que la delimitación del objeto de estudio partió de la idea de que el caso de la Comunidad del Sur (Montevideo, 1955-1975) permitiría analizar la expresión localizada en discursos, prácticas y experiencias concretas, de una serie de procesos globales y regionales que afectaron a las izquierdas durante la Guerra Fría. Por ello, el enfoque escogido procuró hacer un abordaje sociocultural de lo político y pretendió poner en diálogo dos campos historiográficos que se encuentran en expansión: el de las izquierdas en la historia reciente uruguaya y el que aborda el género, la sexualidad y la familia como asuntos contenciosos de la Guerra Fría latinoamericana.
La investigación logró realizar un aporte a la comprensión de las maneras en que se concibió la articulación entre el cambio cultural y el cambio político en los sesenta uruguayos ―agendas indisociables para la Comunidad del Sur―. «La fundamental singularidad de este colectivo fue plantear una agenda que situaba como principal arena de la praxis política a las relaciones interpersonales, la vida cotidiana, las costumbres y la subjetividad, podríamos decir, en la escala micropolítica, o que perseguía una “utopía menor”, en el marco de un proyecto de transformación radical que no descuidaba una escala más macro o sistémica y que se concebía como una vanguardia revolucionaria, capaz de ir ensayando —a modo de un gran laboratorio social— la sociedad futura. Como parte de esa pretensión, existieron en este colectivo debates y prácticas novedosas en las relaciones de pareja y en las relaciones familiares, de características excepcionales a nivel latinoamericano, que contribuyen a seguir comprendiendo las características de los largos sesenta en la región y en el mundo», agregó la magíster.
Quisimos saber, además, qué le aportó a Maite la tesis, en tanto proceso y los resultados, en su praxis docente. «Emprender una investigación de largo aliento y con un corpus documental tan voluminoso —que incluyó diversidad de fuentes relevadas en distintos repositorios— significó para mí consolidar habilidades, operaciones intelectuales y herramientas involucradas en la investigación histórica que transmito a mis estudiantes cuando se enfrentan a proyectos de investigación, aunque sus dimensiones sean más acotadas. A mí me apasiona la investigación tanto como la docencia, y como decía José Pedro Barrán, son dos oficios que se complementan muy bien, y una es mejor docente cuando investiga y mejor investigadora cuando da clase. Cuando enseñamos Historia, intentamos enseñar también a pensar históricamente y enseñamos las reglas de un oficio que tiene su metodología, sus procedimientos y sus operaciones para validar el conocimiento que produce. Me parece que como docentes, somos capaces de enseñar mejor esto cuando conocemos cómo trabajan los/as historiadores/as por nuestra propia experiencia y no solo por haber leído los textos de referentes que escribieron sobre la teoría, metodología y filosofía de la Historia. Por lo tanto, tras estos largos años de estar sumergida en una investigación, que involucró también muchas horas de discusión en seminarios y espacios de tutoría con investigadores que respeto y admiro mucho, mi práctica docente se ve enriquecida porque no se trata solo de enseñar el estado actual de nuestros conocimientos históricos, sino también cómo, por qué vías, se ha llegado a esos conocimientos».
Crédito de imagen: Mag. Gabriela Cabrera Castromán
Maite Iglesias Schol es magíster en Historia Política (FCS/FHCE/AGU – Udelar), profesora de Historia (IPA-CFE-ANEP) y profesora de Inglés (Instituto Dickens/Trinity College London). Se desempeña como docente de Historia en la enseñanza secundaria pública y privada, y como asistente en el Archivo Sociedades en Movimiento (CSEAM-Udelar). Participa como investigadora en el Grupo de Estudios sobre las Izquierdas (GEI) y en el Grupo de Estudios sobre Trabajo, Izquierdas y Género (GETIG), ambos de la Udelar. Su línea de investigación aborda los movimientos sociales de los años 60 y 70 uruguayos, y su relación con los procesos de politización del género, la familia y la sexualidad en los conflictos localizados de la Guerra Fría. También se interesa por las relaciones entre las izquierdas, y el campo cultural e intelectual, haciendo hincapié en la historia del libro y la edición.
Etiquetas:
Actuaciones destacadasDocentesInstitucionalPersonal
0 comentarios