Secundaria. Antonella Decia: nadadora

Antonella Decia, alumna de segundo año de Ciclo Básico (Secundaria) y nadadora del Club Biguá, compitió en los Juegos Sudamericanos Escolares que tuvieron lugar en Asunción (Paraguay) del 30 de noviembre al 6 de diciembre. Para llegar a este importante torneo, la deportista tuvo un año muy demandante con excelentes resultados: los Juegos Deportivos Nacionales en los que participó como representante de nuestra Institución y el torneo Promesas del Cono Sur que se disputó en octubre.

«Empecé a nadar a los ocho años ―explica con timidez―. Al principio, no me gustaba mucho, pero mis padres me incentivaron a seguir y ser parte del plantel. Cuando tenía nueve años empecé a competir. Recuerdo la primera prueba, era de 50 metros pecho. Quedé tercera; fue mi primera medalla. Me empecé a enganchar y después comencé a entrenar cada día más».

Antonella describe qué implica entrenar: coordinar horarios, aprontar el bolso, tener en cuenta lo que necesitará y disponerse a dejar todo de sí. «Entreno una hora y media todos los días. Hago 3500 metros por clase. Termino muy cansada», agrega con elocuencia. Hablamos de la disciplina, de cuán ordenada y metódica tiene que ser, de las frecuencias semanales, de las horas destinadas y del tiempo de estudio. Las respuestas de Antonella son siempre un «me gusta», «lo disfruto», «me hace sentir bien».

Con la suavidad propia de una adolescente que se muestra algo vergonzosa, explica que no ha sido fácil acostumbrarse a las demandas del liceo y a tantas horas de entrenamiento. «En el liceo me va bien, aunque a veces me atraso mucho. Todo tiene un costo, a veces los fines de semana tengo que estudiar mucho. Pero disfruto nadar y en mi casa me apoyan mucho. Siempre van a las competencias a alentarme y nunca me presionan».

Antonella se imagina el futuro con la rutina que se ha impuesto: estudiar y entrenar. Si bien parece mucho para su edad, cuando se tira al agua se mueve despojada de todo lo que la rodea. Los nervios y la ansiedad quedan atrás. «Yo me pongo mucha presión. Pero en el momento en el que me tiro al agua solo nado. Y mientras nado no pienso en nada. Solo en 800 metros libres que es una prueba muy larga y canto para distraerme».