16 de setiembre de 2022

La Mag. Alicia Menéndez Villar, psicomotricista, exfuncionaria de Crandon y doctoranda de Ciencias Psicológicas, Universidad Católica del Uruguay, es responsable de una tesis doctoral sobre el trastorno del desarrollo de la coordinación. Los grupos de segundo a quinto de Primaria de nuestra Institución participan de su investigación.

El trastorno del desarrollo de la coordinación es una alteración del neurodesarrollo que sucede en la niñez, en una frecuencia que oscila el 5 %. Es una alteración muy poco estudiada, puesto que, como explica la investigadora, «los trastornos motores son los menos visibles, a los que no se les presta tanta atención. Pero, luego de tantos años de trabajo en las instituciones educativas, he podido observar cómo afectan el aprendizaje y también la vida social del niño». 

En Uruguay no hay investigación sobre esta cuestión, aunque sí en otros países. El acervo internacional fue el marco teórico que la investigadora planteó al momento de planificar su tesis. Esta tiene como primer objetivo validar, a través de una muestra representativa, una herramienta de valoración del movimiento que ya se usa en diversos países. Cuatro instituciones educativas privadas participan de la muestra (Primaria del Instituto Crandon y tres colegios de la Fundación Sofía), con la evaluación de niños de 7 a 10 años.

Las pruebas se desarrollaron en julio y agosto, con la ayuda de un equipo de profesionales y estudiantes de la Licenciatura en Psicomotricidad. La herramienta se aplicó individualmente y con las autorizaciones familiares correspondientes. Los datos se analizan de manera anónima, porque en esta fase interesa saber si la herramienta es fiable y si los resultados cuadran en función de los resultados internacionales. «Esto no es un diagnóstico de funcionamiento de la persona, que demandaría otras herramientas complementarias, sino una mirada cuantitativa», explica la magíster.

Además de esta validación, la tesis también plantea el análisis del vínculo entre los resultados de las pruebas de habilidad motriz y los resultados de lectura y escritura. El objetivo es ver cómo impactan las dificultades motrices en el aprendizaje de la lectura y la escritura. En este caso, las herramientas de diagnóstico son varias y buscan medir tres dimensiones: la velocidad de escritura (por su vínculo con el gesto gráfico), la ortografía y la caligrafía. 

En este momento, la investigación se encuentra en la fase de campo, con la recogida de datos para un posterior análisis. La tesis estará lista a mediados de 2023 y, según los propósitos de la Mag. Menéndez, los resultados permitirán realizar diagnósticos e intervenciones tempranas en relación con los trastornos del neurodesarrollo y del aprendizaje.

Créditos de imágenes: Mag. Alicia Menéndez Villar